Quise rezar y no quedaban ya
dioses ni cielo
y el infierno del que huir
tampoco me llamaba.
Quise hacerme a la mar
y el océano
se había hecho desierto.
Quise caminar errante
y no quedaban
senderos sin balizar.
Quise escribir un poema
y no encontraba los versos.
Quise volver a soñar
despierto y me dormía,
y entonces no soñaba.
Quise estar solo
y el mundo era una fiesta.
Quise después compañía…
Pero ya te habías ido.
Nunca se va nadie de todo,núnca.Siempre se deja la siembra del recuerdo.
ResponderEliminarLa siembra… y la sombra… pero son eso… “sombras nada más” 🤗
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