Alguien dijo “la noche
es el estado natural del cielo”.
Del mismo modo la tristeza es
el estado natural
del otoño que no obstante
arranca risas del crujir de hojas
y sueña primaveras.
Pero hay una pena como de vía muerta,
de estación (casi) derruida
entre el calor y la nieve.
Ni azul ni blanco: ocre y gris.
Estación de olvido abandonada,
otoño del corazón: no pasan trenes.