Se aleja el barco del puerto,
enfila la bocana sin oír
el llanto de quien queda atrás
sin saber si volverá
a casa el pescador
o tendrá que aprender a pescar.
Ve el polluelo alejarse
a su madre del nido sin saber
si volverá con algo de comida
o si será abatida por un cazador
y tendrá que alimentarse por sí mismo.
Cada partida encierra la posibilidad
de un viaje de vuelta
o de un adiós.
Cada marcha una lágrima,
un hambre insatisfecha,
un disparo tal vez.
O un nuevo comienzo.
La vida es un continuo comienzo...Un aprendizaje...y casi siempre,se cometen errores.Asi somos Sr..ello,todos los seres vivos.
ResponderEliminarQuicir cometemos
ResponderEliminarSi son “aprendizajes”, igual no son “errores”… lo que no sé es si realmente aprendemos algo 😉
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