Me desterraron
el miedo y el invierno.
Me subieron
al barco sin timón de los relojes
y me alejaron sin piedad
de aquella isla.
Me dejaron
sin tesoro, sin bajel fondeado,
sin bandera negra.
Allí quedó enterrada
la parte más jugosa del botín
y un corazón corsario.
Y quemaron el mapa.
Desde aquí no se ve el mar,
ni siquiera apretando los ojos
o escuchando dentro de las caracolas.
No hay alisio que sople
para desatracarme
de esta ciudad sin olas, sin albatros.
Al menos pude
consumar mi venganza:
escapó conmigo la princesa
del cuento: la mujer
altiva, hermosa y rebelde
digna de toda historia de piratas.
Aún ladran impotentes y rabiosas
las nobles gentes de bien
que trataron de cortar sus alas.
El pirata está feliz porque se llevó el mejor tesoro, la princesa de la que estaba profundamente enamorado. Bonito cuento en forma de poema. O bonito poema del que se puede escribir un cuento!!! 👏 👏 👏 🌼🌼🌼
ResponderEliminarMuchas gracias, Gimm 😊🥰
EliminarLas princesas,no son tontas...Saben bien quien es el pirata con el que han de irse...Un bello poema.
ResponderEliminarEsperemos… 😉🤗😅 . Muchas gracias, bella dama “anónima” 🤭
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