Se hace extraño a veces
decir “aquel” y no “ese”
cuando no está tan lejos.
O quizá lo esté.
Pero aquel año
también fue martes.
Caprichos del calendario
y sus bisiestos.
Por supuesto, también era agosto:
aquel agosto.
Justo uno de los días del mes
que fueron martes.
Y ese día se hizo noche.
Y aquel martes fue miércoles:
ese miércoles que nunca
será aquel ni este.
Esos días que son
aquellos días
y que ya no son estos.
decir “aquel” y no “ese”
cuando no está tan lejos.
O quizá lo esté.
Pero aquel año
también fue martes.
Caprichos del calendario
y sus bisiestos.
Por supuesto, también era agosto:
aquel agosto.
Justo uno de los días del mes
que fueron martes.
Y ese día se hizo noche.
Y aquel martes fue miércoles:
ese miércoles que nunca
será aquel ni este.
Esos días que son
aquellos días
y que ya no son estos.
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