Te vas dejando morir
sin apenas saberlo.
Vas dejando que se apague
la última luz
y te digo palabras que no escuchas;
te acaricio las manos y no sientes
el calor de las mías.
No despiertas mientras yo
no puedo conciliar el sueño:
imposible encontrarnos.
A veces, al verte sin mirarte,
dudo de quién es
cada uno: quién es el vivo,
quién es quien lentamente muere,
qué línea que dibuja un infinito
nos separa;
qué estrella ha dejado de brillar
sin apenas darnos cuenta
(también ella murió
hace ya muchos años).
Nadie me responde.
sin apenas saberlo.
Vas dejando que se apague
la última luz
y te digo palabras que no escuchas;
te acaricio las manos y no sientes
el calor de las mías.
No despiertas mientras yo
no puedo conciliar el sueño:
imposible encontrarnos.
A veces, al verte sin mirarte,
dudo de quién es
cada uno: quién es el vivo,
quién es quien lentamente muere,
qué línea que dibuja un infinito
nos separa;
qué estrella ha dejado de brillar
sin apenas darnos cuenta
(también ella murió
hace ya muchos años).
Nadie me responde.
Paradójicamente, aquí en la tierra, seguimos viendo la luz de las estrellas que murieron hace tiempo. Bonito poema sobre la añoranza!!!. Ésta también puede convertirese en luz de futuro. 👏👏👏🌼🌼🌼
ResponderEliminarMuchas gracias, Gimm. No sé si es “de futuro”, pero al menos es luz,.. 🤗
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