Aunque a veces disimule
o mienta o me disfrace o me haga el loco,
sé quién soy.
Conozco a la perfección
mis escasas virtudes,
mis muchos defectos,
mis adicciones, mis amores.
Sé de mis afectos y de mis manías.
Sé a quiénes quiero,
sé quién está a mi lado
aunque a veces ni ellos lo sepan.
Porque yo lo sé, pero no siempre sé expresarlo.
El espejo es implacable.
Y, a veces, es insoportable conocerse tanto.
Pero nunca dejaré
de reírme de mí mismo.
o mienta o me disfrace o me haga el loco,
sé quién soy.
Conozco a la perfección
mis escasas virtudes,
mis muchos defectos,
mis adicciones, mis amores.
Sé de mis afectos y de mis manías.
Sé a quiénes quiero,
sé quién está a mi lado
aunque a veces ni ellos lo sepan.
Porque yo lo sé, pero no siempre sé expresarlo.
El espejo es implacable.
Y, a veces, es insoportable conocerse tanto.
Pero nunca dejaré
de reírme de mí mismo.
Reírse de uno mismo,es de sabios.Solo los ignorantes,se ríen de los demás.Precioso poema.Gracias Sr.Merlo.
ResponderEliminarGracias siempre a vos, sra Diez. 🥰
EliminarBonito poema, Santiago!!!. Un ejercico de sinceridad expresado de forma bella y poética, como tan bien tú sabes hacerlo. 👏👏👏🌼🌼🌼
ResponderEliminarSincero, si… lo de la belleza ya es otro cantar. Gracias, Gimm 😘
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