Barbecho

Hay un olor de invierno en este otoño
que trajo de golpe el frío:
a mí, que vengo del verano
perpetuo de la isla de tu cuerpo,
se me ha metido el hielo en las entrañas. 

Salgo al balcón, desnudo,
y me empapo del aire y de la lluvia. 
Quiero en mí todo el escalofrío 
para que luego tu calor encuentre
el terreno baldío de mi cuerpo
y lo riegue con el sol de tus abrazos.

2 comentarios:

  1. Precioso poema donde el amor se escapa por los poros de cada letra....

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  2. No, no se escapa... Lo tengo bien guardado; y hondo.
    Muchas gracias, Amelia.

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