Duele

Aunque ya lo sabes, duele. 
Aunque tengas -ya lo dijiste, pesado-
un “digno tono de racionalista”, 
duele. 
Aunque sepas que los sueños 
no se cumplen y por eso
los llamamos sueños, duele. 
Aunque no eres adivino, 
pero tienes 
un pequeño puñado de intuiciones, 
anticiparse duele. 
Aunque creas que la vida 
no se va a acabar mañana
-y das gracias-, duele 
saber que cada día es 
un tiempo que no vuelve. 
Aunque oyes las palabras 
que quieres oír 
(y las que no) y ves 
lo que quieres ponerte ante los ojos;
la realidad duele.
Aunque, a pesar de todo,
disfrutas del dolor, 
el dolor, lógicamente, duele.

No sentir el dolor
dolería infinitamente más.

5 comentarios:

  1. El dolor es consubstancial a la vida misma. También la alegría y la felicidad. Un bello poema, tan real que al leerlo  "duele". ����������

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    1. Me “alegro”: inequívoca señal de que estamos vivos.

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  2. Si no existiera el dolor...puede que no valorariamos tanto la felicidad...

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