Deja que te envuelva la bruma,
que la niebla sea tu compañera
y la tibia humedad de la mañana
te cale hasta los huesos
que la niebla sea tu compañera
y la tibia humedad de la mañana
te cale hasta los huesos
y te limpie hasta las vísceras.
Camina entre abedules y eucaliptos
sin rumbo, sin saber qué es el norte
y dónde el sur,
hasta que tus pies cansados
te detengan a un lado del bosque
y descubras, tan lejos y tan cerca,
un sol nuevo que brilla
solamente para ti.
Camina entre abedules y eucaliptos
sin rumbo, sin saber qué es el norte
y dónde el sur,
hasta que tus pies cansados
te detengan a un lado del bosque
y descubras, tan lejos y tan cerca,
un sol nuevo que brilla
solamente para ti.