La crueldad, la violencia.
La política, la macroeconomía.
Las lágrimas de un niño
en brazos de sus padres.
La violación, el racismo.
El odio, el desamor.
Las fotos “selfie”
de las redes sociales.
Los poemas fingidos
que no contienen nada de verdad.
Los “posts” y los “tweets”
a todas horas.
Las novelas de amor
que no tienen sentimientos.
Los cuadros abstractos.
Los tú sí pero yo no.
Los gritos, el silencio.
En realidad,
creo que no entiendo nada.
Ni falta que me hace.
Cuando un poema es fingido...el mundo camina a su destrucción.
ResponderEliminarEs un bello poema y triste en su verdad.Gracias Sr.Merlo.
Gracias siempre a usted, Sra Diez, por su bella mirada. Y lo sabe.
EliminarY como dijo aquel, “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.