Un día, gané el Nobel de Literatura.
Otro, creo recordar,
me tocó la lotería.
Una noche,
un cohete me dejaba brincando
sobre la cara oculta de la luna.
Y una más -que yo recuerde-
podía volar
y salvaba con mis alas
la cometa perdida de una niña.
Otro, creo recordar,
me tocó la lotería.
Una noche,
un cohete me dejaba brincando
sobre la cara oculta de la luna.
Y una más -que yo recuerde-
podía volar
y salvaba con mis alas
la cometa perdida de una niña.
El resto de las noches,
simplemente sueño que estás aquí
y somos felices,
hacemos el amor
y nos miramos
como cuando estábamos despiertos.
Precioso poema Sr.Merlo.No deje núnca de volar y de soñar...muchas veces los sueños,se hacen realidad.
ResponderEliminarDice una canción “volar, lo que se dice volar, no vuelo…” se la pongo.
ResponderEliminarY también sabe que no duermo, así que difícil soñar…
https://youtu.be/xfTTJ7RMdt0