La noche me hace decir
lo que habría de callar y la mañana
me abre la boca que guarda silencio.
La luna me sonríe con sorna
y le falta, como en uno de esos dibujos infantiles,
guiñarme un ojo y decir
“es que eres tonto”.
El sol engaña con su brillo
porque no calienta.
Y una noche sucede a otro día.
Y, claro, otro día a la noche.
Nunca he oído decir al poeta nada que debiera callar...si creo haberle oído hablar con el corazón,que no siempre es fácil entender..
ResponderEliminarEl poema es precioso y valioso.
Siempre hay cosas que callar... y el “poeta” no siempre sabe 🙄🤷🏻♂️. Lo del corazón... ¿quien los entiende?
EliminarY gracias por sus palabras pero ¿valioso? Excesivo... 🥰🌹