Dejas tu mano indolente en mi regazo
y así te quedas dormida,
con el roce de la mía que no sueltas,
aferrada en tu sueño
como una niña ante el peligro
que sólo ella ve.
Descansa: no me voy...
Y si en mi propio sueño lo hiciera,
volveré.
Tal vez tú no lo sabes, pero yo
también necesito esa mano
que me cruza la calzada
de la vigilia al sueño
y de allá al despertar.
Maravilloso poema de amor..Gracias por compartirlo.. en tiempo de la pandemia...Se necesita oxígeno...
ResponderEliminar🌹🌹🌹🌹🌹🌹
Muchas gracias a vos, una vez más, por tu “oxigenada” (y exagerada, insisto) lectura. 🌸🌼🌸🌼🌸🌼
ResponderEliminarUn bonito poema de amor. Cuanta ternura!!! Felicidades poeta 👏👏👏🌼🌼🌼
ResponderEliminarMuchas gracias, Gimm 😊😊😊
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