“Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruido...”
(Fray Luis de León)
Vivir pendientes
de los seguidores,
los “likes” y los aplausos;
la taquilla, las listas de ventas,
los desdeñables “best sellers”
(¿o la envidia?).
Escribir lo que uno quiere,
pero mostrar sólo
lo que el público demanda.
Extender la cola de pavo real
en mitad del gallinero fiel,
con idéntico miedo
a los taimados gatos
(el pavo murió la última Navidad).
(el pavo murió la última Navidad).
O vivir, escribir,
contemplar en silencio y a solas
la puesta de sol.
Amar secretamente,
llorar para adentro
y sangrar sin dejar rastro
ni ocuparse de las vendas.
Buscar el faro del fin del mundo
y quedarse para siempre
en el silencio:
fuera, la luz; dentro,
la oscuridad.
fuera, la luz; dentro,
la oscuridad.
Cada cual elige.
Yo camino solo.
Soledad es
la íntima compañía.
En el faro del fin del mundo el silencio es....fuera la oscuridad...
ResponderEliminardentro la luz...Como su poema Sr.Merlo. Su bellísimo poema.j
Su bellísima mirada, para no variar, Sra Diez. 😘🌼
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