En tu frente contemplo la Vía Láctea:
sinapsis neuronales como estrellas fugaces,
planetas habitados, desiertos o -tal vez-
sólo desconocidos;
cometas, agujeros negros,
asteroides de piedras ignoradas
y una estrella -tú lo dijiste-
que brilla más: la nuestra.
En tu pecho veo el universo.
Y en tu corazón, el infinito.
En ti amanezco y anochezco,
siempre.
En ti vivo: en esta diminuta inmensidad.
Nada mueve el universo...más que el amor..Maravilloso y alegre poema...🌹🌹🌹
ResponderEliminarMuchas gracias, Amelia 😊🤗🌼🌼
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