Cargo sobre mis hombros esta piedra.
No la empujo, es igual.
Cuando llegue arriba,
la dejaré caer y volverá a rodar.
Prefiero sentir en el camino
su pesada carga.
Me acaricia el cuello y me susurra:
“tu esfuerzo es inútil,
volveré al inicio, volverás a tener
que llevarme encima”.
Pero no lo es.
Su propia voz me alienta.
Rendirse no está permitido.
Dentro de cada ascenso,
dentro mismo de la piedra,
late un corazón
que se acompasa con el mío.
Como Sisifo,cada hombre carga su piedra,lo importante es que esa piedra,no sea el propio corazón,aunque a veces,pueda parecerlo.
ResponderEliminarUn poema maravilloso Sr Merlo.
Gracias por su belleza..(la del poema...)
😂😂😂¿me está llamando feo? 👹👹🤣🤣
EliminarEn serio, muchas gracias... yo creo que sí la piedra es una parte más del propio corazón... pero por eso compensa 🤗🤗🤗
Nunca llamaría feo/a a ninguna persona...Siempre busco y encuentro la belleza en todo lo que vive...🌹🌹🌹🌹
ResponderEliminarMe consta... pero no hace falta que se esfuerce conmigo... sólo era una broma 😉😊😘😘🌷🌷🌷
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