Camino desnudo, descalzo,
por un bosque de espinos
y piedras afiladas.
Cada paso es una herida
en mis pies cansados
y un desgarro de mi piel
que va dejando un leve
rastro de sangre.
Cada vez es más duro el camino.
Cada vez más profundas las heridas.
Pero no me detengo.
Al final de las espinas
siempre hay una rosa:
esta vez es blanca.
Al final todas las piedras
acaban siendo arena:
esta vez es una playa.
Ya casi veo el mar.
Y no suelto mi rosa,
blanca.
Cuanto más duro es el camino...más Blanca y perfumada es la rosa blanca.Y al final,las heridas se curan siempre..🌹🌹
ResponderEliminarLos del Atleti sabemos sufrir... casi como los de la Ponferradina 😉😘🌷🌷
EliminarPrecioso poema, Santiago!!!
ResponderEliminarEs impresionante cómo guías al lector por la angustia del tortuoso camino para sentir el alivio de la llegada a la suave arena con una rosa blanca... 👏👏👏🌼🌼🌼
Exageraciones las justas, Gimm... ya lo sabe 😉. Muchas gracias, en todo caso 😘🌷🌷🌷
Eliminar