No quiero hablar en estos días.
No quiero hablar porque todo
tiene una luz difusa:
convivencia, distancia,
mar, avenida, cielo...
han cambiado.
Nada es lo que era,
pero nadie se cansa de decir.
El amor, el desamor
viven emparedados. O muy lejos.
Incluso Libertad es una palabra vana
que se confunde
con la cola del pan,
el paseo del perro.
No quiero hablar
porque todos decimos lo mismo.
Cuando el mar
sea de nuevo el mar y la calle
un lugar cotidiano;
cuando besarse vuelva a ser
una pasión y no un anhelo
-o, peor, un convencionalismo-;
cuando “todo esto pase”
(qué tiene exactamente que pasar)...
tal vez me atreva a hablar.
Siempre que antes
no me haya quedado mudo.
Los
ResponderEliminarPoetas no enmudecer ni cuando muertos...quedan siempre sus poemas!! 🌹🌹🌹🌹
No aspiro a tanto... 🌼🌼🌼
ResponderEliminarLa voz del poeta jamás enmudecerá.
ResponderEliminarCuando pase todo esto habrá que hablar de muchas cosas en la nueva y esperanzadora vida que habrá de venir...
Precioso poema, Santiago!! �� �� �� ������
Muchas gracias, Gimm... quién sabe qué habrá qué decir cuando pase lo que tenga que pasar... 🤗🤗🤗🌼🌼🌼
EliminarWow, la verdad que no creo, que un poeta apalabrado como tu se puede quedar callado... Las tretas de la vida el amor y el desamor, las imposiciones del otro, las expectativas que no se llenan por la simple ilusión que se tuvo y que se espera del otro... todo muy bien coordinado en este poema inmenso , donde el decir de la voz poética está más clara que el canto de un gallo.
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