Es fácil asomarse al abismo
y pensar en dejarse caer.
Pensar que, tal vez, en lugar de estrellarnos
vamos a volar sobre ese bosque
de anémonas de mar y pinos
imposible.
Porque el abismo está dentro de nosotros
y allá todo es posible:
algas en medio del desierto
y abetos en el mar.
Pero no volamos.
Si nos dejamos caer,
simplemente moriremos estampados
contra una barrera de coral
o ahogados en un mar de chopos.
El hombre,en general,es un abismo insondable...dejarse caer es,a veces,tentador..pero siempre nos queda Paris...a todos..😂😂😂
ResponderEliminarParis... o Villafranca 😉 O tantas otras ciudades... la cosa es que “yo no subiré a ese avión” 🤷🏻♂️😘🌼
EliminarQuizás al poeta,le asusta volar??
ResponderEliminar😂😂😂No. Al poeta (?) le encantan los aviones... sólo seguía citando “Casablanca”, que me la sé de memoria 😉😘😘😘
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