Ya no queda ni una piedra que picar
en las canteras.
El minero vuelve a casa
con el casco en las manos,
manos sin un rasguño ya;
con las botas absurdas
y el inútil mono, ajado,
listo para no usarse nunca más.
Ya no queda ni una ola,
ni un pez que pescar
en la siempre fértil playa.
El pescador vuelve a casa
con la cesta vacía, la caña doblada
y el inútil chubasquero, ajado,
listo para no volver a usarse.
¿Y qué harán mañana
cuando se despierten?
¿Para qué despertar?
La madre le decía a la hija:
ResponderEliminarvas a encontrar,
no vas a buscar.
Así queremos salir del laberinto,
así nos conducimos por la vida,
así con la poesía.
¿Que es poesía?... y no cito a Bécquer...
EliminarNo tengo ni la más remota idea...
EliminarYo, alguna, pero será errónea.
EliminarPero... ¿y qué es un laberinto? ¿Y qué es la “vida”?... ¿y qué es “conducirse”?
Vosotros sois poesía....La vida,es poesía,el laberinto enseña....luego es poesía...y conducirse...hay que conducirse,con poesia🌹🌹🌹🌹
ResponderEliminar🌼🌼🌼
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