-El amor comienza con el miedo:
con el miedo a perder lo que uno ama.
-No, no vine a hablar de eso.
Vine a decir que estoy perdido.
Que adoro a mis hijos
pero no de igual forma:
que de uno soy dueño (y no me deja);
de otro soy esclavo (y no me dejo).
Vine a decir que no sé a lo qué vengo.
Que tengo miedo de mí:
que tengo miedo de amar,
que tengo miedo de no amar...
Tengo miedo de la vida
y de la muerte.
Y ninguno soy capaz de confesarlo.
Confundo los amores y los miedos.
Ya no sé qué es cada cosa.
Vine a decir que no sé qué decir.
¿Qué estoy haciendo aquí?
Impresionante poema, Santiago!!! Refleja la realidad de cualquier sesión de terapia. No se puede contar mejor, en unos pocos versos sitúas al lector y se visualiza la escena de cualquier terapia. Y no es nada fácil expresarlo en un poema... Enhorabuena!! 👏👏👏
ResponderEliminarExagera como siempre, pero muchas gracias Gimm 🌼🌼🌼
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