Hombre rico, hombre pobre

-Mis normas están
esculpidas en piedra.
-Las mías las escribo 
en finos papelillos de fumar,
que luego arden.
-Mi casa es un palacio
con treinta habitaciones.
-Yo vivo en un cuartucho:
un jergón, una mesa, una silla
y un puñado de libros.
-Mis deseos son órdenes 
para una legión de sirvientes.
-Yo no digo ni al perro
cuándo debe comer.
-Yo mando sobre mí, sobre los míos: 
dispongo cuándo sí, cuándo no...
sólo me faltaría 
decidir a qué hora sale el sol,
a cuál la luna. 
Yo impongo las reglas...
Soy tan fuerte como un roble.
-Yo, más bien, soy mera hoja de hierba.
-Usted arderá antes y yo lo veré arder.
-Es muy posible, pero 
¿es usted su señor? ¿O es esclavo?...
¿Y es usted feliz? 

2 comentarios:

  1. 🌹🌹🌹🌹Es un maravilloso poema Sr.Merlo.Un canto a la libertad.

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    1. Muchas gracias, Sra Diez. “Que no se calle el cantor”... aunque yo no lo sea 🌼🌼

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