He dejado de lavarme los dientes.
He dejado de ducharme, de afeitarme,
de vestirme, de salir a la calle.
He dejado de leer y estoy a un paso
de dejar de escribir.
He dejado de dormir porque así, además,
no tengo que levantarme.
Me he mudado, por fin,
a vivir a mi caverna: esa de la que nunca
debí salir.
Esa a la que nadie viene
porque nadie sabe dónde está...
ni falta que les hace.
Todos tenemos una caverna...que nadie sabe donde está...lo que no todos sabemos es decirlo de forma tan bella...Y salga Vd.Sr.Merlo...cuanto antes.
ResponderEliminarVenga a sacarme, Sra Diez 😉😊... que usted sí sabe dónde está 😘😘😘
Eliminar(Y gracias de nuevo por su exageración 😉)
Si, ahí dentro no hay color y ni Campanilla puede llegar...
ResponderEliminarSalga, Sr. Merlo.
Campanilla se fue a vivir a Nunca Jamás.. que supongo que es donde tenía que estar... con su Peter 🤷🏻♂️
EliminarPero no se preocupen... no se está mal del todo desnudo y sucio donde nadie te ve 😂😂
ResponderEliminarEso de que no lo ve nadie...¿como lo sabe...? Estamos siendo vigilados...?🙄🙄
ResponderEliminarBueno... tampoco tengo nada que esconder... ni siquiera mi desnudez 😉😜
EliminarEl tiempo de los ermitaños ya pasó. Santiago, es mejor que, por tu propio bien, salgas de la caverna. Hay mucha gente que te quiere ver aseado, bien vestido y guapo para disfrutar de tu compañía. En la caverna no hay vida... Y tú eres muy joven y tienes mucha para vivirla... Un buen poema, espero que puramente metafórico.
ResponderEliminarRelativamente metafórico... y, sobre todo, uno tiene que saber quién es... si los demás le ven feo y sucio, peor pa ellos 😜
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