La distancia no se mide
en kilómetros ni en metros.
El tiempo no se mide
ni en segundos, ni en horas
o días, meses, semanas.
El hambre, la sed, la nostalgia...
no tienen unidades de medida.
¿Y al amor?
¿Quién se atreve a medirlo?
Pues basta abrir los ojos, los oídos
y escuchar cómo late un corazón.
Lo malo es la sordera
que acompaña al miedo.
Pero el poeta saba,que donde hay amor,no cabe el miedo.Precioso poema del "miedo"...o la duda.🌹🌹🌹🌹
ResponderEliminarMuchas gracias, Amelia.... El poeta (?)) sólo sabe que no sabe nada...
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