El triste viejo con alma de niño,
el alegre niño con alma de viejo
apretaban los ojos
si miraban al sol o a la luz
de una mísera bombilla;
se tapaban los oídos
si escuchaban el estruendo
de un trueno, de un cohete de feria...
Pero ninguno de ellos,
ni el más viejo ni el más niño,
podía defenderse
ni de la oscuridad
ni del silencio.
Es un poema precioso..!Puedo entenderlo desde mi condición de vieja-niña...🌹🌹
ResponderEliminarMuchas gracias, Amelia 😘😘😘
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