No-despedida

No puedo despedirla.
No fue mía jamás porque nunca es de nadie:
mucho menos de aquellos
que tratan de aprehenderla.
No es de nadie su vuelo,
ni sus pasos descalzos, 
ni su danza secreta en los umbrales.
No son nunca de nadie 
sus luces encendidas, sus descuidos,
sus miradas ausentes,
sus lunas apagadas,
su música silente.
No es de nadie su altura
ni su cuerpo: ni las manos que pintan
poemas en el aire.
Y no existe tampoco en ningún libro
por más que se empecinen
todos los aprendices de poeta.
No. Ella no tiene dueño.
¿Cómo decirle adiós 
a quien nunca tuviste 
por más que alguien dijera 
que sí, que tú la conocías?

2 comentarios:

  1. La belleza..núnca tuvo dueño..por eso lo es..Precioso poema Sr.Merlo
    🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷

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    1. Preciosas tu mirada y tu lectura siempre, sra. Diez 🌹🌹🌹🌹🌹🌹

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