Unos prefieren la orilla y otros
aventurarse mar adentro
con la única fuerza de su nado.
Unos prefieren un selfie y otros
contemplar el horizonte.
Unos no dudarían en correr
para salvar a un niño
y otros llamarían presurosos
al uno-uno-dos.
Unos guardan la ropa bajo una toalla
y otros van desnudos.
Unos bucean para observar los peces,
las medusas danzando,
y otros llevan en sus barcos
grandes redes de arrastre.
Unos miran para todas partes
y se olvidan
de los niños que juegan a su lado.
Otros hacen con ellos castilllos en la arena.
Y yo hace ya tiempo
que no me acerco al mar.
Algunas personas afortunadas...no necesitan acercarse al mar...son el mar..🌷
ResponderEliminarBenditos ellos... 🌻
EliminarBonito poema, Santiago. Si queremos, el mar siempre está cerca, sin tener que ir a su orilla. Aplausos, Aplausos... 👏👏
ResponderEliminarOjalá todo fuera “querer” y que las cosas estuvieran... 😘
EliminarYo quisiera ser la parte de los que se adentran en el mar, los que miran el horizonte, los que nadan sin guardar la ropa, los que bucean para observar los peces, los que construyen castillos de arena. Pero también hace tiempo que no me acerco al mar.
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