Jamás obligué a alguien
a estar donde no quiso.
Siempre tuve las puertas abiertas.
Nunca pedí a nadie nada
que yo mismo no pudiera dar.
Seguramente he dado
todo cuanto he podido.
Seguramente, a veces, haya sido insuficiente.
Seguramente, a veces, haya sido de más.
Pero es lo que soy:
sin rima, sin embustes y sin trampantojos.
Seguramente, el error sea mío.
Pero se me hizo tarde para morir joven.
Se me hizo tarde la noche
para cambiar el color
de otro amanecer.
Núnca es tarde para el corazón..Sr.Merlo...núnca..Y el color del amanecer..lo cambia el amor...como casi tódo..🌷🌷🌷
ResponderEliminar🤗🤗🤗 Quizás algún día...
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