Se apagaron los focos.
Navego a la deriva y me dirijo
directo a la tormenta.
Sin brújula, sin luz, sin más orientación
que la estrella que brilla tan arriba
que a veces ni la veo.
Nunca fui navegante, quizá sólo
me dejaba arrastrar por las corrientes.
A veces veía faros
donde sólo hubo cantos de sirena...
o deriva, deriva hasta algún puerto.
Ya ni siquiera sé
si he tocado tierra alguna vez.
¿Es tierra eso que veo allá a lo lejos?
¿O es sólo una más
de las negras alucinaciones
que provoca la blanca oscuridad?
Tres niñas me saludan sonriendo
desde una orilla que no sé si existe.
Con la luz de sus poemas...no puede haber oscuridad...ni alucinación que derive su Barça..Maravilloso poéma...bellisimo...🌷🌷🌷🌷
ResponderEliminarLo del Barça se le ha colado por su bis, ¿eh? 😂😂😂
EliminarUsted sí que es una luz, Amelia. 😘😘😘