Que alguien por favor me diga
qué estoy haciendo aquí,
qué pinto en esta mesa,
quién es toda esa gente que me observa
y espera unas palabras
que algunos llaman versos
y ni siquiera yo sé lo que son.
¿Qué podría decir que mejorara el mundo,
qué magia podría hacer
que hiciera que la gente
fuese un poco más feliz?
Si no es tal,
¿qué sentido tiene
este pseudo espectáculo del ego?
Estaría mejor debajo de la mesa contemplando
cómo otros se refieren a mí...
Casi como si estuviera
en mitad de una autopsia.
Que sean otros quienes me diseccionan
y esparzan mis despojos
en el mar.
Sobre todo, me falta tu mirada.
Sin ella, sólo soy ese cadáver.