Dios era una mujer.
Y no existía.
En realidad, dios sólo era una meiga,
una brujita buena
que adivinaba auras y veía
uniones imposibles
y agrupaba versos sueltos
en un mismo poema.
Porque la bruja/dios sabe leer
poesía en los diarios
y noticias de amor
en las crónicas de guerra.
No sé si aquello fue
brujería o milagro.
Pero fue.
Dios es madre...estoy segura...!!
ResponderEliminarY mira que le creo y amo...Seguramente también es padre...protector...Es Dios.
Este poema lo ha de ver una meiga que yo me sé. Mucho está tardando en dedicárselo...
ResponderEliminarSi es meiga, algún día se asomará por aquí y sabrá reconocerse.... aunque lo “importante” sigue siendo el milagro 😊🤗
EliminarSiento una vibración en el aura ��
ResponderEliminarQue la Fuerza te acompañe!!
Un abrazo, Rey Mago ��
Me da a mí el pálpito de que usted conoce tanto a esa meiga como a ese milagro 😉
EliminarAbrazo, brujita.