Algún día moriré
y tú le contarás al mar
y a la hierba y a ese tamarindo
que crece en el jardín
cuánto me amaste.
Y ellos te dirán quizá
cuánto te amaba yo.
O tal vez te dirán
que todo era mentira,
que lo que te contaba,
los poemas que leímos
no eran sino polvo mortal
de cuerpos pasajeros,
que inmortales son ellos solamente
-el mar, la hierba, el árbol del jardín-.
Y dudarás si creerlos o no.
Dudarás si mi amor
-nuestro amor-
era inmortal.
Dudarás ese día, pero ahora
deberías saberlo.
Supongo que la destinataria de ese maravilloso poéma, ha tenido ocasión es suficientes de confirmarle su amor....Y ese amor,es tan inmortal cómo los tamarindos...¡créame...!🌷
ResponderEliminarEso espero... que haya tenido/tenga ocasión 😊😊😊
EliminarY gracias 😍