Esclavitud

No, ya no necesito que me veáis.
Siento que la oscuridad me hizo más libre.
Porque a veces la luz ciega y cuesta distinguir 
si es el sol o sólo un flash quien te deslumbra. 
La mayor libertad es no necesitar 
nada ni a nadie... pero eso es imposible.
Lo que sí aprendí es a elegir yo mismo
de quién quiero ser esclavo:
sólo, todo, siempre 
                              tuyo.

4 comentarios:

  1. Gimm2010@gmail.com16 marzo, 2018 23:05

    Precioso poema de amor!!! Gracias por volver y darnos la oportunidad de disfrutar de tu poesía...Aplausos, aplausos!������

    ResponderEliminar
  2. Gracias a usted por leer y estar atenta... Aquí me quedo 😉😊

    ResponderEliminar
  3. Había cerrado los ojos,y al volver....ale gira de encontraerle. ..Así debe ser.��

    ResponderEliminar
  4. Alegría la mía de encontrarme con usted, doña Amelia. GRACIAS.

    ResponderEliminar