Mira en el fondo de tu corazón y dime:
¿a cuánta de la gente que quisiste
aún la amas? Dime:
¿a cuántos de los hombres
-o mujeres-
de quienes dijiste estar enamorada?
¿A cuántos aún quieres o
-ya que dicen que eso es el amor-
admiras?
¿A quién se puede amar (si uno es ateo)
sobre todas las cosas?
Dime que sólo a mí...
Ya sabes que me encantan tus mentiras.
Incluso las piadosas.
Buen poema, Santiago. En la poesia siempre hay verdad, aun cuando se digan mentiras piadosas... Aplausos, aplausos!!!
ResponderEliminarA la gente que se quiere de verdad...se quiere para siempre..Otra cosa es decir que se quiere y no sea verdad...
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