Escribes con mano decidida
versos sobre tu pubis
antes de cerrar los ojos
y al día siguiente
han desaparecido.
Me das la espalda
pero no lo bastante para no sentirme.
Cuando ambos despertamos
y me voy
tu espalda no me busca
y tu pubis me olvida.
Hablas en sueños y dices “tequieros”
apenas intuidos
y haces cábalas, recuerdas
tareas olvidadas, analizas
la realidad que se solapa al sueño.
Al día siguiente, todo cambia:
tu voz es clara,
la cábala ha cambiado su sentido
y el sueño y lo real
son tan sólo palabras.
Y el análisis no existe, ¿para qué?
Mañana será otro día.
Y no habrá noche.
¿Cuándo el sueño?
¿Cuándo la realidad?
¿Y cuándo el pensamiento?
¿Cuándo sólo sentir?
Amanecer.
Ocaso.
Confusión.©Santiago Pérez Merlo
Precioso poema, Santiago. El día, la noche...ayyyy el amor!!! Aplausos, aplausos...
ResponderEliminarEso mismo. Gracias.
ResponderEliminarSueño...realidad...pensamiento..sentimiento....lo necesario para la vida.Precioso poéma Sr.Merlo...precioso..🌷
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