¿Cuándo vamos a ver la vida como es?
¿Cuándo el vaivén del tiempo,
de las obligaciones,
no va a ser ese palo en la rueda
de la bici del niño que vuela calle abajo?
Nos dejamos llevar
casi siempre por lo urgente,
pero nos olvidamos de lo necesario,
de lo que de verdad importa
-o debiera importar en un mundo sin palos-.
Y se pasa la vida...
Sin que el niño se atreva a quitar los “ruedines”.
©Santiago Pérez Merlo
Muy bonito, Santiago. Una imagen muy literaria del paso de la vida...los ruedines nos sirven para darnos seguridad, aunque dejemos de ser niños...����
ResponderEliminarLas interrogaciones son aplausos...
ResponderEliminarGracias... pero los ruedines hay que quitarlos... Hay que caminar sin esas protecciones... hasta que llegue la hora de usar bastón ;)
ResponderEliminarUno emplea los ruedines mientras es niño...y con suerte,sirve de ruedines a quien lo necesita más tarde....
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