Mientras no convirtamos
el deseo en realidad,
seguirá siendo solamente deseo.
Y la realidad, esa pobre anciana coja
que arrastra sus piernas
como agujas de reloj:
lentas pero inexorables.
Aunque de cuando en cuando baile y nos permita
danzar con ella sin poner
los pies
en el suelo.
El poeta sabe qu hay deseos que al hacerse realidad...pierden todo el encanto..A veces esperamos más de lo posible...Es un bello poéma ¿triste?O tal vez realista ...
ResponderEliminarEspero que su realidad no sea triste :)
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