¿Por qué? ¿Para qué?
Y ¿”cui prodest”?
Viejas reglas que aprendí,
aspirante a periodista.
Hoy, tantos años después que ya no aspiro a nada,
aún me siguen sirviendo.
Pero sigo sin saber una sola respuesta.
Sobre todo,
¿por qué?, ¿para qué escribo?
Más aún:
¿Por qué? ¿Para qué
se vive una vida
que no nos pertenece?
¿Y a quién le pertenece cuando uno
no cree en nada?
Pero hay más:
¿A quién y desde cuándo
es necesario darle explicaciones?
¿Para qué?
©Santiago Pérez Merlo
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