el crujido no sé dónde pero dentro.
Es un lugar oscuro al que no alcanzo.
Y trato de hurgar, dar con la pieza
para recomponerla, unir
sus pedazos ahora separados.
Pero no sé si la encuentro o,
si es esto que toco,
si aún tengo la fuerza suficiente
para juntar las partes.
Quizá deba simplemente olvidarlo:
seguir caminando como si cada cosa
estuviera en su sitio,
como si no hiciera falta estar completo
para moverse entre los vivos.
©Santiago Pérez Merlo
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