entre tantos como había para elegir.
Me equivoqué también
de profeta, de gurú, de hechicero,
de palabra sagrada.
Confundí cielo e infierno, limbo,
madre naturaleza y muerte natural.
Confundí paraísos y parnasos...
Incluso me equivoqué de bares y tabernas,
de cenáculos y contubernios.
De todo, en todo
me confundí o erré.
Hasta que descreí incluso de mí mismo:
ahí no hay posibilidad de equivocarme.
©Santiago Pérez Merlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario