O ser quien no se es.
Convertir en silencio
el rumor del viento
y en música callada
las palabras de amor.
Y en sinfonía el aire
que vuela tan dispar
de un extremo a otro
de la nube que lleva
en su propio interior.
Ser ruido
o ser sencillamente balbuceo.
o ser sencillamente balbuceo.
No decir.
Y aún así,
todo suena y se escucha.
Incluso se oye el eco
de no ser.
Nadie también habla.
©Santiago Pérez Merlo
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