Intensa la mirada del poeta,
fija en el ave.
Intensidad en la rama cuajada de brotes
intensamente verdes
apuntando al sol y al cielo,
intensamente azul.
Intenso el pensamiento
si uno se detiene mucho en él.
Ya me cansé de tanta intensidad.
Mejor ser levemente
y flotar.
Y dejarse llevar.
Y no ser nada.
©Santiago Pérez Merlo
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