Busca, escarba, araña
-dices-.
Sácate si es preciso el corazón
y ponlo sobre un plato encima de la mesa:
disecciona, analiza, investiga
qué hay ahí por debajo de venas
y de arterias, ventrículos.
Pero no es necesario.
A pesar de las oscuridades
y de los intersticios, de los miedos
y las sombras,
las horribles cenizas de tantos cigarrillos...
En el fondo de todo sólo hay una cosa:
tu latido.
©Santiago Pérez Merlo
Muy bueno, Santiago. Este poema contiene «mucha poesia»...Aplausos, aplausos!!!
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