Hace días que no escribo, quizás
ya no quedaba nada por decir.
Tal vez ya todo estaba dicho
mucho antes
de que el hombre descubriera
el lenguaje articulado.
Antes y después de la absurda palabra
tendremos que aprender
a entender el silencio.
O viviremos para siempre
en el ruïdo.
©Santiago Pérez Merlo
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