Tú ya estabas aquí mucho antes
de que yo apareciera
como el fantasma que soy:
el tipo al otro lado del espejo
que desafía al azogue y vuelve
a cruzar a ambos lados varias veces al día.
Tenías que encontrarme para que yo supiera
que la vida no es el filo de un cristal,
sino sus infinitas caras.
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