el ruido del silencio, el llanto
del silencio, el grito
del silencio
y la voz apagada del silencio
que me llama y me pide
que no olvide su nombre,
que lo llame,
que recuerde
su estruendo aunque ahora lo deteste.
No podría: mañana,
cuando todos me hablen,
sabré reconocer
entre voces y gritos
la llamada implorante
del silencio.
©Santiago Pérez Merlo
No hay comentarios:
Publicar un comentario