reconozco el entorno: es agua y fondo
de alga artificial.
Pero hay otros peces,
me observan escondidos
porque también a ellos les asusta
la llegada del intruso,
de este pez grisáceo y anodino
que apareció de pronto en su mundo de colores.
Y aquí hay ruidos nuevos y la mano
que me da de comer
es y ya no es la misma.
Me desplazo cauteloso
por sitios similares
(un cofre abierto, un buzo,
una especie de barco naufragado)
a los que ayer veía.
Por suerte -sí, quizá
por suerte-,
mi memoria es muy frágil y no creo
que mañana recuerde
dónde nadaba antes
de este agua limpia que me acoge.
©Santiago Pérez Merlo
Me gusta mucho!!! Muy ingenioso, muy original, mucha poesia...Aplausos, aplausos...
ResponderEliminarNadar en el agua limpia del amor recuperado..!!
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