de que tú la habitaras.
Este pasillo, este salón y esas habitaciones
me han visto deambular
por las noches, tratando de guardarme
muy hondos los recuerdos,
los aromas, las paredes vacías
que has ido llenando con tus luces.
Y ahora sin embargo
la siento como extraña,
como el día que vuelves de un largo viaje
y aún dudas a qué lado del baño está la luz
y dónde la mesita
con la que indefectiblemente
vuelves a tropezar.
Ahora me sobresalta
el ruido de unas llaves,
el ascensor que sube,
el portero que llama y me saluda
como al extraño que soy.
Y hay un gato ahora
y un par de ratoncitos
y un vacío de mí en esa cama grande
en la que yo dormía.
Algún día vendré,
colgaré mi retrato y mi albornoz.
La casa será nuestra.
©Santiago Pérez Merlo
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©Santiago Pérez Merlo
Cambiar el yo...por el nosotros..!Un bello poema,ciertamente.
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