Soñé que era una cometa y que podía
volar,
ser sostenido sólo
por la mano de una niña.
Pensaba que era un árbol y crecía
hacia el sol y hacia la tierra
simultáneamente.
Otras veces intenté
dibujar con el pincel del sueño
los contornos de todo
cuanto me rodeaba.
Pero sólo aparecían garabatos
y el árbol no dio nunca fruto
y en mi calle
no sopla nunca el viento suficiente.
©Santiago Pérez Merlo
Soñar, siempre es bonito soñar, incluso despierto...me gusta este poema, Santiago!!!
ResponderEliminarEs un poéma fantástico..!Triste pero precioso..!
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